Uno de enero de 2010
Lo que parecía ser un punto y aparte .
resultó un paréntesis ( )
Las celebraciones se disiparon
entre el sonido de las olas chocando con los guijarros
con rocas gruesas, puras, potentes
aguantando estoicamente la embestida
Existen aún lugares donde no se recibe señal,
donde las gaviotas pasan rozando
no existe el espacio ni el tiempo
se diria que es el lugar tras la muerte,
por la paz,
por el silencio.
No sirven musas ni palabras
enmudezco ante ti
enmudezco conmigo
no es necesario hablar
la más grande liberación del ser humano.
Confusión, contradicción...
vuelta al mundo real sin poder articular palabra
Oh, Dios...días y días sin escribir, sin comunicar
sintiendo sí,
pero sin llegar al destino.
Cuando puedo, vuelvo a ti
cerrando o abriendo los ojos
te veo AZUL y BLANCA, espumosa
.....la V I D A !!
Shinta.
A continuación una pequeña historia que encontré en la red:
Cierto día, caminando por la playa reparé en un hombre que se agachaba a cada momento, recogía algo de la arena y lo lanzaba al mar. Hacía lo mismo una y otra vez.
Tan pronto como me aproximé me di cuenta de que lo que el hombre agarraba eran estrellas de mar que las olas depositaban en la arena, y una a una las arrojaba de nuevo al mar.
Intrigado, lo interrogué sobre lo que estaba haciendo, a lo cual me respondió:
-"
Estoy lanzando estas estrellas marinas nuevamente al océano. Como ves, la marea es baja y estas estrellas han quedado en la orilla si no las arrojo al mar morirán aquí por falta de oxígeno."
-"
Entiendo, le dije,
pero debe haber miles de estrellas de mar sobre la playa. No puedes lanzarlas a todas. Son demasiadas. Y quizá no te des cuenta de que esto sucede probablemente en cientos de playas a lo largo de la costa ¿no estás haciendo algo que no tiene sentido?"
El nativo sonrió, se inclinó y tomó una estrella marina y mientras la lanzaba de vuelta al mar me respondió:
-"¡
Para ésta si lo tuvo!"