Recordar, del latín re-cordis:
volver a pasar por el corazón...........
La sangre pués, recuerda, pasa una vez y otra por el corazón, miles y miles de veces a lo largo de nuestra vida, se pasea por las arterias, venas y pequeños capilares. Entra y sale al corazón por las aurículas y los ventrículos, hace sus intercambios, se mece en los latidos, para salir con fuerza y llevar la vida al resto de órganos y tejidos de nuestro cuerpo.
volver a pasar por el corazón...........
La sangre pués, recuerda, pasa una vez y otra por el corazón, miles y miles de veces a lo largo de nuestra vida, se pasea por las arterias, venas y pequeños capilares. Entra y sale al corazón por las aurículas y los ventrículos, hace sus intercambios, se mece en los latidos, para salir con fuerza y llevar la vida al resto de órganos y tejidos de nuestro cuerpo.
Así sin querer, llego a la conclusión de que la sangre recuerda.
Hablando de sangre, esta última semana lo he pasado fatal con las encías y el cielo de la boca (paladar). Lo tenía en carne viva. Buscando motivos para aplicar remedios, encontré dos: unas pastillas fabulosas de clorato de potasa, que aunque aumentan la saliva y disminuyen la halitosis, también queman como condenadas cualquier llaga que puedas tener en la boca y suavizan la garganta.
El otro remedio, fue secar las lágrimas del corazón, ya que como dice el Dr. Recatero (leido en www.espaciohumano.com) las encías nos conectan con nuestra protección, con el amor, y si en algún momento sangran es posible que nuestro corazón esté llorando.
Dos meses en los que han cambiado sobre todo la actitud y la escala de valores, seguir haciendo lo mismo a la vuelta pero con un sutil cambio, la humildad, dando gracias por la posibilidad de ofrecer y recibir, sin intereses, fluyendo, sabiendo que aunque el día tenga sólo 24 horas, son suficientes para dar cabida a todo lo que se te ponga por delante.
En todo este tiempo he tenido contacto, por un motivo o por otro, casi con 400 personas, y he tocado a muchas de ellas, nos hemos mirado y hemos intercambiado mensajes y conocimientos. Ha sido como un viaje intenso a un país lejano, misterioso y a la vez cercano, sabiendo que había que volver con las alforjas bien llenas. Las vacaciones comparadas con ésto han perdido todo su atractivo.
La semana pasada me robaron mi blog y mi correo electrónico. Me dejaron sin nada.
ResponderEliminarMañana te invito a la apertura oficial de mi nuevo blog. Te espero!
BESOTES HERMOSA!
Sigo acercándome para rozar tus letras. O permitir que tus letras me rocen a mí. Y tienes razón en algo, en varios algo, pero en sí me llama la atención: las vacaciones cada vez pierden más interés. Es muy fácil encontrar algo mejor que hacer... No sé...
ResponderEliminarUn saludo.
Mario