Ha pasado mucho tiempo desde que apareció en mi sueño, justo cuando anunció su marcha de la escuela.
Haciendo alarde de mi dominio del desapego, consolé a mis compañeras de clase de que no pasaba nada si él lo dejaba, que necesitaba su tiempo y que nosotros no debiamos frenar su marcha. Nos había enseñado a crecer y vendrían nuevas gentes con nuevas enseñanzas.
Esa noche soñe con ello: !Menudo sueño me estaba contando a mi misma!...Reanudé la lectura del libro que llevaba tres años leyendo, su lectura era dificultosa, los conceptos abstractos, la cabeza me dolía intentando comprender y entonces cayó. Era un papel arrancado de una libreta de anillas. Ahora recuerdo que me lo dió al final de una clase y como siempre hago con los papeles, lo metí directamente en el bolso para leerlo con tranquilidad. Estaba doblado por la mitad. La primera parte la salté de golpe, después de la primera frase con mi nombre de pila. Me fui al final al ver el último párrafo garabateado a toda prisa donde se notaba cierta tensión en el trazo: ".... es muy importante que vengas, te espero el lunes a las 12".
No acudí a la cita, entre otras cosas porque ya había pasado. Un salto en el tiempo hizo que leyera la nota con varias semanas de retraso. Me maldecia preguntándome ¿qué era eso tan importante que tenía que decirme? Alterada, contrariada...sabía que había perdido una oportunidad y que jamás volvería a tenerla tan cerca.
Trabajé durante meses mis apegos. Y esta tarde ha sido la cita; no es lunes, ni son las 12, ni es un sueño, pero el contacto ha tenido lugar.
Esta vez no era un sueño, no, sinó una realidad. ¿O quizás al reves? Hemos hablado de temas banales con todos y cada uno de los angelitos que allí estaban y al final, cuando solo quedan los rezagados, la conversación quedaba suspendida en el aire de una cafeteria rehabilitada al estilo retro, unas sillas de forja, una mesa redonda y unos tés con menta. La espiritualidad y la dificultad de llevarla a la práctica en la vida actual.
Seguía esperando "el comentario".....tanto tiempo callado este ser de pocas palabras y gran persona. Mi ego esperaba una valoración sobre mi trayectoría, nunca decía nada. Finalmente, dijo lo que toda alumna quiere escuchar:-progresa adecuadamente-, pero se extiende con una sonrisa, mi ego se hincha, maldito, quieto, dejame que escuche, hemos hablado del ejercicio de volar y como lo superé, de mi mente analítica negando la fuerza de la mente, y me reafirma : - Has sido una de las personas en las que más cambio he apreciado. Ya venías con una energía potente pero con muchos bloqueos. Has ganado en autoconfianza y....
Aunque no lo ha dicho, he ganado en el brillo de mis ojos.
Será uno de los muchos sueños que vendrán, contar con su presencia, con su esencia.
Gracias.
Haciendo alarde de mi dominio del desapego, consolé a mis compañeras de clase de que no pasaba nada si él lo dejaba, que necesitaba su tiempo y que nosotros no debiamos frenar su marcha. Nos había enseñado a crecer y vendrían nuevas gentes con nuevas enseñanzas.
Esa noche soñe con ello: !Menudo sueño me estaba contando a mi misma!...Reanudé la lectura del libro que llevaba tres años leyendo, su lectura era dificultosa, los conceptos abstractos, la cabeza me dolía intentando comprender y entonces cayó. Era un papel arrancado de una libreta de anillas. Ahora recuerdo que me lo dió al final de una clase y como siempre hago con los papeles, lo metí directamente en el bolso para leerlo con tranquilidad. Estaba doblado por la mitad. La primera parte la salté de golpe, después de la primera frase con mi nombre de pila. Me fui al final al ver el último párrafo garabateado a toda prisa donde se notaba cierta tensión en el trazo: ".... es muy importante que vengas, te espero el lunes a las 12".
No acudí a la cita, entre otras cosas porque ya había pasado. Un salto en el tiempo hizo que leyera la nota con varias semanas de retraso. Me maldecia preguntándome ¿qué era eso tan importante que tenía que decirme? Alterada, contrariada...sabía que había perdido una oportunidad y que jamás volvería a tenerla tan cerca.
Trabajé durante meses mis apegos. Y esta tarde ha sido la cita; no es lunes, ni son las 12, ni es un sueño, pero el contacto ha tenido lugar.
Esta vez no era un sueño, no, sinó una realidad. ¿O quizás al reves? Hemos hablado de temas banales con todos y cada uno de los angelitos que allí estaban y al final, cuando solo quedan los rezagados, la conversación quedaba suspendida en el aire de una cafeteria rehabilitada al estilo retro, unas sillas de forja, una mesa redonda y unos tés con menta. La espiritualidad y la dificultad de llevarla a la práctica en la vida actual.
Seguía esperando "el comentario".....tanto tiempo callado este ser de pocas palabras y gran persona. Mi ego esperaba una valoración sobre mi trayectoría, nunca decía nada. Finalmente, dijo lo que toda alumna quiere escuchar:-progresa adecuadamente-, pero se extiende con una sonrisa, mi ego se hincha, maldito, quieto, dejame que escuche, hemos hablado del ejercicio de volar y como lo superé, de mi mente analítica negando la fuerza de la mente, y me reafirma : - Has sido una de las personas en las que más cambio he apreciado. Ya venías con una energía potente pero con muchos bloqueos. Has ganado en autoconfianza y....
Aunque no lo ha dicho, he ganado en el brillo de mis ojos.
Será uno de los muchos sueños que vendrán, contar con su presencia, con su esencia.
Gracias.
Se nota de prncipio a fin del texto que ha sido una inyección de energía.
ResponderEliminarHa cambiado incluso tu forma de redactar, más limpia, más clara, más pausada.
Se nota que hoy has sido feliz
H. chinaski
Quien supiera expresarse como Chagall
ResponderEliminarBien, Bien, bien.... el hombre de pocas palabras ha vuelto a aparecer. Y las ninfas de su estanque también.
ResponderEliminarPrepararemos en la próxima noche de luna llena un cena llena de tonalidades verdes.
Tienes una gran imaginación, y construyes muy bien...enhorabuena desde azpeitia
ResponderEliminarA veces escribimos desde el corazón, es como una casa humilde pero que te cobija de la tormenta, perfectamente.
ResponderEliminarGracias